Guillermo Uguet.
La cita había puesto todo su corazón en la solidaridad, en salir de sí mismos para poner el foco en los demás. El éxito no se iba a medir por la capacidad de reunir una gran suma sino en la fuerza de los símbolos. Desde las cinco de la
tarde no faltaron voluntarios para atender los numerosos detalles que cualquier organización que cada quince minutos debe cambiar de escenario exige, los participantes pasaron una tarde excitante compartiendo tiempo de juego con otros deportistas de especialidades ajenas, no hubo rostros crispados ni miradas al marcador, más bien abundaron las sonrisas. Todo un mensaje que clubes deportivos, los primeros necesitados de ayuda, se comprometiesen a ser fieles a su cita con la solidaridad, que deportistas tan laureados como Nacho Ordin o Nuria Sierra, entre otros, le diesen fuerza a la tarde con su presencia, que desde los más pequeños con sus seis años hasta los más veteranos (los hubo bien metidos en la cuarentena) nos regalaran diversión, sonrisas y una conducta deportiva ejemplo de juego limpio.El acontecimiento cobra cuerpo y podría ampliarse a todos los deportes y deportistas que deseasen darle fuerza a una jornada para llamar la atención sobre los demás y , haciendo honor al espíritu de la Navidad, ser protagonistas de la fiesta deportiva local de la renovación.